Exfoliación masculina: cómo exfoliar el cuerpo y el rostro apropiadamente

Exfoliación masculina: cómo exfoliar el cuerpo y el rostro apropiadamente

Seamos sinceros: ¿con qué frecuencia nos exfoliamos la cara y el cuerpo? La exfoliación es uno de esos cuidados que nos hace sentir renovados y frescos. Después de frotar y restregar, eliminamos capas y capas de suciedad, además de células muertas e impurezas. Justo aquí viene la duda. Si la exfoliación nos hace ver —y sentir— tan bien, ¿por qué no solemos hacerlo?

Si eres de los que piensan que intentamos convencerte de salir a buscar un canon de belleza inalcanzable, ¡espera! La exfoliación no es nueva. De hecho, era muy común en la antigua civilización egipcia, donde se solía aplacar la vanidad de faraones con ayuda de una piedra pómez y cremas elaboradas con partículas de arena, miel, alabastro y aloe vera.

Así que, danos una oportunidad. Exfoliar la cara y el cuerpo puede ser nuevo para ti, pero en realidad es una práctica ancestral que, por desgracia, se ha perdido entre nosotros. Pero, ¡ya basta de historia! Sin más preámbulos, compartiremos contigo nuestros conocimientos sobre la exfoliación.

Exfoliación: ¿por qué probarla?

¿Con qué frecuencia deberías exfoliarte? O mejor aún: por qué deberías preocuparte por hacerlo. Para todos los escépticos, pasemos directamente a los beneficios.

Elimina las células muertas de la piel

¿Te has preguntado alguna vez por qué tu piel tiene un aspecto tan apagado, seco y cetrino? Tenemos la respuesta: ¡llevas un traje de células muertas! Eliminarlo, por supuesto, te quitará un peso de encima (por así decirlo).

La mejor parte es que no será nada difícil deshacerte de él. Exfoliar tu cuerpo no es una de las tareas de Sísifo. De hecho, será tan fácil como coger un cepillo o un gel exfoliante y masajear firmemente toda la piel, desde la zona del cuello hasta los pies.

Mantiene las manchas y comedones a raya

Agua tibia, jabón y un poco de tu aftershave favorito puede no ser suficiente. Necesitas una limpieza más profunda que penetre en los tejidos para sacar toda la suciedad de raíz. Las manchas y los comedones no tienen fronteras. Pueden salir en la cara o en la espalda, e incluso detrás de las orejas. Utilizar un exfoliante corporal una o dos veces por semana te ayudará a prevenirlos y mejorará tu aspecto.

Cuándo y cómo deberías exfoliarte

Primer plano de un hombre usando exfoliante corporal en la ducha
Ahora que ya conoces los beneficios de la exfoliación —o al menos un par de ellos— pasemos a la práctica. Por mucho que te apetezca frotar tu cuerpo alocadamente, necesitas controlarte para eliminar la suciedad sin dañar la piel. ¿Cómo hacerlo?

Con una exfoliación estimulante en la ducha

Antes de comenzar, necesitas tener algo claro: la exfoliación consiste en frotar el cuerpo (no en dejarlo todo arañado). No importa si has estado arrastrándote por un campo de fútbol o si acabas de llegar de una excursión: necesitas resistirte a la tentación de fregar tu piel con mucha insistencia. Ten en cuenta que la exfoliación no debe doler ni dejar rojeces.

Dicho esto, la mejor forma de incluir la exfoliación en la rutina es hacerlo justo en la mitad de la ducha. Todo lo que debes hacer es frotar tu cuerpo con suavidad y firmeza, siempre en movimientos circulares. Para llegar a las zonas más difíciles —como la espalda— utiliza un cepillo corporal.

Con una exfoliación facial después de la ducha

Exfoliar tu rostro durante o después de la ducha te ayudará a eliminar toda la suciedad. Si prefieres hacerlo después de bañarte, necesitas un exfoliante facial que sea suave. El truco, como en el caso anterior, está en no exagerar.

Para comenzar, exfolia la cara una vez por semana. Utiliza una fórmula especialmente diseñada para tu tipo de cutis. Masajea un poco de producto con movimientos circulares por 30 segundos evitando la zona de los ojos. Cuando finalices, aclara la piel con agua tibia (aléjate del agua caliente).

Sécate la cara con palmaditas y continúa con tu rutina de cuidado masculino. Exfoliar antes de eliminar los vellos faciales te ayudará a conseguir un afeitado apurado. También reducirá la aparición de pelos enquistados garantizándote un look fresco y saludable.

Al eliminar la capa de células muertas de la piel, aprovecharás mejor el afeitado, permitiendo que productos como el bálsamo refrescante de Gillette penetren con mayor facilidad.

¿Con qué frecuencia deberías exfoliarte?

Si te excedes con la exfoliación, ¡parecerás un cuadro de Pollock! Siendo más explícitos, acabarás con una piel seca y rugosa. Si no lo haces lo suficiente, tendrás un aspecto apagado y sin vida, como el del eucalipto. En cualquiera de los casos, ni el arte ni la naturaleza acudirán al rescate. El único superhéroe aquí eres tú. La frecuencia de tus sesiones de exfoliación dependerá de la zona a tratar.

Para exfoliar el cuerpo

Si utilizas un cepillo, comienza una vez por semana y aumenta la frecuencia a dos después de un tiempo (siempre que no tengas la piel sensible).

Si, en vez del cepillo, te decantas por una barra de jabón exfoliante o una esponja natural, úsala dos o tres veces por semana. Deja un día por medio para ver cómo responde tu cuerpo.

Para exfoliar la cara

Si optas por un exfoliante químico, puedes usarlo a diario después de lavar tu cara o durante la limpieza facial: eso queda a tu elección.

¿Prefieres un exfoliante facial? Entonces, asegúrate de usar una fórmula diseñada para el cutis. Te recomendamos comprar un producto suave que puedas aplicar cada dos o tres días.

Cómo cuidar la piel después de la exfoliación

Ahora que tu piel está limpia, necesitas protegerla e hidratarla. Al eliminar los restos de piel muerta, estarás estimulando la producción de células nuevas, además de aumentar la irrigación sanguínea en la zona y, con ello, la oxigenación del cutis.

Todo esto suena estupendo, pero lo cierto es que la piel nueva necesita una barrera que la proteja de ciertos factores, como la contaminación. ¿No sabes cómo hacerlo? ¡No te preocupes! Te explicaremos cómo proteger el cutis masculino después de la exfoliación:

Hidrata la piel para tenerla suave y revitalizada

Después de una buena exfoliación facial, la circulación sanguínea habrá aumentado en la zona, incrementando también la oxigenación e hidratación. Para retener los factores humectantes naturales y obtener un aspecto más terso y fresco al instante, aplica una crema hidratante con SPF +15.

Protege la piel exfoliada de los rayos del sol

Después de exfoliar tu cuerpo, necesitas protegerlo de los agentes dañinos que hay allá fuera, como los rayos solares. En estos momentos, tu piel es más sensible al daño ocasionado por los factores ambientales. Como regla general, aconsejamos aplicar un protector solar con un SPF +30 o superior, en especial si acabas de tener una buena exfoliación.

De principiante a experto en exfoliación

Los beneficios de eliminar las impurezas de la piel —desenterrados en las tumbas del antiguo Egipto— ahora están al alcance de tu mano. Hasta aquí, ya sabes cómo exfoliar la cara y el cuerpo correctamente. Así que, ¡nuestro trabajo está hecho!

Recuerda usar movimientos suaves e intercalar tus sesiones de exfoliación dejando un día por medio. Si lo haces bien, podrás presumir de una piel más tersa, hidratada y saludable.

Preguntas frecuentes

¿Los hombres con el cutis sensible también se pueden exfoliar?

Sí. Sin embargo, necesitan usar un exfoliante diseñado para su tipo de piel. También es recomendable espaciar las sesiones de exfoliación (hacerlo solo una vez por semana, por ejemplo). La ventaja de utilizar exfoliantes para la piel sensible es que incluyen ingredientes mucho más suaves para evitar la irritación.

¿Cuál es la mejor herramienta para la exfoliación masculina?

Aunque las manos son una excelente herramienta, puedes usar cepillos corporales, guantes exfoliantes, piedras pómez o esponjas de ducha. Si vas a exfoliar la delicada piel del rostro, te recomendamos optar por cepillos para la limpieza facial.

¿Puedo exfoliarme antes de broncearme?

Sí. Exfoliarte antes de ir a la playa o disfrutar del buen clima te ayudará a reducir la sequedad y las asperezas. En consecuencia, obtendrás un bronceado más uniforme. La clave para evitar el ardor está en eliminar las impurezas tres semanas antes de tu baño de sol. De esta forma, conseguirás un resultado perfecto.

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